1. Una regulación laboral moderna es una piedra angular de un entorno pro-competitivo que sea base del crecimiento económico y generación de empleos. El actual proyecto de reforma laboral, si bien, por una parte, cumple con la necesidad de fortalecer los derechos de los trabajadores en los procesos de negociación, por otra, lleva las atribuciones sindicales a tal nivel que existe un serio riesgo de desalentar la inversión y afectar la capacidad de competir de la empresas, particularmente las Pymes, donde los gastos laborales representan una mayor proporción de los costos totales. Con ello también se afectará negativamente el crecimiento, la creación de empleos y la capacidad para incrementar los salarios en el largo plazo.
2. Nada protege más a los trabajadores que una economía con altas tasas de crecimiento, que mantenga activo el mercado laboral, el alza de salarios reales en Chile, para el período 2007 al 2013 fue de 22%, uno de los más altos de los países de la OECD, ciertamente explicado por el “superciclo de commodities”, pero también por ser un país atractivo para invertir y con una regulación laboral que ha permitido traspasar los aumentos de productividad a salarios.
3. Aumentos sostenibles en el largo plazo de los salarios requieren tener como contraparte aumentos en productividad, los que solo pueden conseguirse con incrementos en capital humano, capital físico y avances tecnológicos. Esta reforma no incluyó lo más importante: el fomento de programas de capacitación laboral que incrementen el capital humano y la productividad, y por tanto, los ingresos de los trabajadores, independientemente si están sindicalizados o no.
4. En todos los países de la OECD, con la sola excepción de México, se permite el reemplazo interno en caso de huelga. Esto incluye a países como Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Bélgica, Holanda y Alemania, que presentan las mejores distribuciones del ingreso del mundo y cuyas regulaciones laborales son reconocidas como altamente protectoras de los derecho de los trabajadores. La huelga en el Registro Civil y en la DGAC son claros ejemplos de cómo un grupo pequeño de trabajadores puede afectar a todo un país, el propio gobierno tuvo que recurrir a reemplazos externos para intentar subsanar una situación de altísimo costo social. Parece que el gobierno no aprendió de su propia experiencia.
5. La exclusividad del sindicato para extender los beneficios de la negociación colectiva al resto de los trabajadores termina con la libertad sindical en la práctica, lo que es un factor clave de competencia y mejores prácticas sindicales. Un buen sindicato no debería necesitar de estas concesiones para captar adherentes. En casi todos los países de la OECD esta disposición tampoco existe.
6. No entendemos por qué el gobierno insiste en ir más allá de un límite que casi todos los países con los que se compara no lo ha cruzado, más aún cuando el riesgo de equivocarse tiene consecuencias tan negativas. Hacemos un llamado a actuar con prudencia y cuidado, las malas reformas terminan teniendo un costo muy alto. Aprobar una mala reforma laboral va a perjudicar severamente los esfuerzos del propio gobierno por establecer una agenda pro-crecimiento.
7. Valoramos el gran esfuerzo que han hecho los Senadores Ignacio Walker, Patricio Walker, Andrés Zaldivar y Manuel Antonio Matta, en dar mayor sensatez y visión de largo plazo a la reforma laboral, particularmente en el rechazo a la negociación interempresas, la que afecta particularmente a las pequeñas y medianas empresas, que a su vez son las que generan la mayor cantidad de puestos de trabajo en el país.
8. Lamentablemente, van a permanecer factores de riesgo que podrían inhibir la inversión, como una posible judicialización del concepto de “adecuaciones necesarias en caso de huelga” y la limitación a la libertad sindical como consecuencia del veto del sindicato a la extensión de los beneficios, por lo cual, habrá un escenario más complejo para poner el crecimiento económico en el centro de la agenda pública, lo que será un serio retroceso para hacer de nuestro país una sociedad desarrollada e inclusiva.
Grupo Progresismo con Progreso
Marzo 12, 2016