Fuertemente crítica de La Moneda y sus reformas, aunque minoría hoy dentro de su partido, Mariana Aylwin es visualizada por algunos sectores como una carta interesante en el espacio del centro político, con un perfil similar a Andrés Velasco y la ventaja de no estar salpicada por los casos de financiamiento irregular de la política.
El senador Andrés Allamand planteó abiertamente en Qué Pasa el 20 de mayo pasado que “si (Carolina) Goic hace que la DC se quede dentro de la Nueva Mayoría, no descarto que surja con mucha fuerza la candidatura de Mariana Aylwin”.
Ella, sin embargo, dijo en esa misma revista el 10 de junio pasado que aquello lo ve “bastante difícil” pero no descarta postular a un cargo parlamentario, como parte de “un proyecto colectivo” con miras a “influir en el destino que uno quiere para su país”.
Aunque cercana a Andrés Velasco, ha planteado que no planea dejar la DC para irse con el movimiento Ciudadanos y, más bien al contrario, postula que la falange debe reforzar su identidad dentro de la Nueva Mayoría. Cree que el partido debe llevar un abanderado a la primera vuelta presidencial porque no tiene posibilidades en una primaria del oficialismo.
En el ranking político que realiza regularmente Plaza Pública-Cadem con Canal 13, Mariana Aylwin se ha posicionado como una figura conocida y con buena valoración ciudadana, al igual que camaradas suyos como Ignacio Walker, Jorge Burgos, Claudio Orrego y Ximena Rincón. Esta semana, de hecho, junto a Orrego y Burgos fueron los tres DC mejor evaluados en el sondeo.
El analista Roberto Izikson, uno de los que elabora dicho ranking, pone de relieve que la hija de Patricio Aylwin “tiene una herencia política relevante, realzada a propósito del reciente fallecimiento del ex Presidente, y representa nítidamente el ala más de centro de la DC, sector distante de la Nueva Mayoría, la retroexcavadora y las reformas, que son desaprobadas mayoritariamente por la ciudadanía y por lo tanto Mariana está alineada con la opinión pública en ese sentido”.
Carta al Congreso
El cientista político e investigador de la UDP Mauricio Morales opina que Aylwin “no es carta presidencial, pero sí una excelente carta para el Congreso. Ella es core actualmente y tuvo una buena votación (más de 47 mil sufragios), lo que debe hacer el PDC es llevarla donde el partido no tenga representación actualmente, donde no amenace a un diputado en ejercicio sino que ganar un nuevo escaño. Sería absurdo que dejara el partido o que éste la expulsara, el PDC está débil en términos de liderazgos”.
Izikson coincide: “Sería una buena candidata a senadora así que el partido debería considerarla, como presidenciable es difícil porque su sintonía con la DC es escasa”, asegura.
FUENTE: Diario La Segunda, edición impresa ; Ver acá