La ex ministra de Educación advierte los serios perjuicios que tendrá para las casas de estudio la reforma a la educación superior que ingresará el gobierno al Congreso la próxima semana.
Mariana Aylwin, expone hoy en un seminario internacional sobre la reforma educacional en la enseñanza básica y media, -conocida como no al lucro, el copago y la selección- que impulsó el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, y los problemas que tuvo en su diseño y los que vendrían en su implementación.
El evento, que se desarrolla entre ayer y hoy en el centro de extensión de la Universidad Católica y es organizado por los Colegios Particulares de Chile(Conacep) y la Federación de Asociaciones educativas privadas de América Latina y el Caribe (Faepla), cuenta con la participación de directores de establecimientos educacionales y sostenedores de varios países, senadores de la comisión de Educación y diversos especialistas.
En entrevista con “El Líbero”, la ex ministra DC del Gobierno de Ricardo Lagos aborda el impacto de dicha reforma educativa, que tendrá su gran prueba de fuego el próximo año cuando los colegios subvencionados tengan que convertirse en fundaciones sin fines de lucro, en privados o simplemente desaparecer.
Aylwin también analiza la reforma de educación superior que ingresará el gobierno al Congreso la próxima semana, y que ha desatado amplia polémica por la decisión del Ministerio de Educación de fijar los aranceles y las matrículas en las universidades que se acojan a la gratuidad.
Por último, la ex diputada entrega su mirada sobre la llegada al gobierno del ministro del Interior, Mario Fernández, la baja popularidad de la Presidenta Bachelet, y si está disponible para volver a la primera línea en la política.
Un año y medio después de la aprobación de la reforma de no al lucro, la selección y el copago, ¿cuál es su mirada?
Hay un dato que para mí es muy significativo, y es el hecho de que cuando se anunció la reforma educacional en su contenido general, antes de ingresar el proyecto de ley, tenía una altísima aprobación ciudadana con más del 60%, pero hoy tiene 70% de rechazo. Uno dice, algo pasó en la implementación de la reforma que no respondió al anhelo de la ciudadanía. Es decir, había una aspiración de implementar cambios en educación pero claramente estas reformas no respondieron a esa aspiración. Hoy en vez de apoyo hay un gran rechazo a lo que se ha hecho. Uno intenta buscar explicaciones.
¿Cuáles son sus explicaciones para que una reforma que tenía 60% de aprobación hoy tenga 70% de rechazo?
Hay análisis más simplistas de los que hacen las reformas de que los cambios siempre producen incertidumbres, que hubo defensa de intereses particulares y ensuciaron la reforma con la oposición que tuvieron en la discusión pública. Pero creo que hace falta una autocrítica del gobierno, de cómo se llevó a cabo el proceso. Creo que la gente no comparte una reforma que se hizo sin diagnóstico claro, sin una efectiva participación de todos los actores, en el cual el peso del movimiento estudiantil fue muy grande en perjuicio de otros actores del sistema. No se escucharon a los expertos, se hizo rápido, se partió por la educación privada y no la pública, donde había una clara conciencia de la crisis. Se generó una tensión grande en los establecimientos educacionales y hoy tenemos senadores de la Nueva Mayoría pidiendo postergar el inicio del fin del lucro, porque las propuestas fueron tan complejas, hubo 16 reglamentos para una ley, y hoy hay descontento porque es muy difícil de implementar lo que se aprobó.
¿Qué lecciones deja esa reforma del fin al lucro, el copago y la selección?
Que las reformas se implementan primero con diagnósticos consensuados y claros y no sobre deseos muy legítimos, pero que no conversan con la realidad. También se hacen con diálogo pre y legislativo, con tiempo de discusión y no a la rápida y, por último, en educación hay que buscar acuerdos más amplios porque de lo contrario las reformas corren el riesgo de no ser sustentables en el tiempo. Aquí se requiere continuidad en las políticas y no que cada gobierno parta de cero.
Bachelet dijo que este año 800 colegios eliminaron el copago. ¿Es el lado positivo de la reforma educacional?
Que 800 colegios de 12 mil eliminen el copago (6%) en colegios con copagos de hasta $20 mil me alegro de eso. Me parece positivo que los recursos públicos sean invertidos en los alumnos más pobres, y asegurar que haya gratuidad en establecimientos más vulnerables. Pero es un impacto mínimo. En cambio, la transformación de establecimientos con fines de lucro a corporaciones sin fines de lucro ya se ve que el próximo año, que tiene que implementarse, no se podrá hacer porque implica no sólo el cambio de figura jurídica, sino vender el establecimiento a la nueva corporación, y la forma que la ley creó para el traspaso a la nueva corporación es muy engorroso y creo que también un gasto de recursos innecesario. El estado va a comprar una infraestructura que ya existe, y la complejidad del proceso es tan evidente que senadores de la NM, como Carlos Montes y Fulvio Rossi, que votaron a favor del proyecto, están pidiendo un plazo más largo para el ingreso, porque efectivamente el próximo año habrá muchos problemas si no se cambia el plazo, y habrá muchos establecimientos que no podrán hacerlo y que cambiarán a colegio particular pagado o saldrán del sistema.
Mariana Aylwin: “Hay mucho de discurso simplista con esto del mercado salvaje en la educación”
¿Qué opina de la fijación de aranceles y matrículas que impondrá el Estado a las universidades que se acojan a gratuidad?
La gratuidad implica fijación de aranceles. El Mineduc eligió gratuidad no vía estudiante, sino vía pago del arancel directo a la universidad. El tema es muy complejo, no sé cómo se hará, hay más de mil aranceles que se irán a fijar. Habrá universidades que saldrán perdiendo porque tienen aranceles más altos y tendrá efecto sobre los programas que implementarán. Escuché decir al rector de la UC, Ignacio Sánchez, que este año pudieron asumir un déficit pero no podrán hacerlo si es permanente. Si todos los años tienen un déficit de la magnitud de este año, los proyectos de las universidades Católica, Alberto Hurtado, y Diego Portales, entre otras, podrían ser inviables tal como son hoy, y tendrán que reducir los costos. Entonces, eso va a tener sin duda un efecto en la calidad.
¿Se daña la autonomía universitaria con el control de precios?
Me parece que también se restringe la autonomía. El que pone los recursos los pone con exigencias y limita la autonomía de las instituciones. Distinto es que haya regulaciones, pero cuando se entregan los recursos bajo ciertas condiciones, como tiene que ser la gobernanza, me parece que está limitando la autonomía de las universidades.
La diputada Vallejo avala la reforma porque “frena el salvajismo del mercado presente por décadas en la educación”. ¿Qué opina Ud.?
Creo que hay mucho de discurso simplista con esto del mercado salvaje. Soy partidaria de mayores regulaciones para garantizar el buen uso de los recursos públicos, la calidad y el acceso de los estudiantes más vulnerables al sistema. Pero plantear que la educación superior debe pasar de una de mercado a un derecho universal garantizado con fondos públicos, me parece que es una frase que simplifica la realidad, y que compromete algo que probablemente es imposible de llevar a cabo. Por lo tanto, creo que tenemos un problema de cómo miramos la realidad. Si la miramos bajo el prejuicio o si nos hacemos cargo de los problemas que existen y la vamos cambiando gradualmente. Pero aquí se trata de cambiar un sistema por otro, un sistema que tiene defectos pero que ha permitido el acceso a más de un millón de chilenos a la educación superior, que ha ampliado las oportunidades de los más pobres, que requiere reformas pero que se quiere cambiar por un sistema que probablemente sea imposible de implementar, y que en un tiempo más vamos a estar como con el fin del lucro, la selección y el copago planteando cambios porque se hizo una construcción ideológica que no miró bien los problemas.
A su juicio, entonces, ¿este proyecto del gobierno no recoge los problemas de la educación superior?
Quiero ser súper franca. Cuando uno habla de que la educación es un derecho universal y que el estado tiene que garantizarlo con fondos públicos, y parte por garantizar ese derecho a la educación terciaria, está cometiendo un tremendo error, en circunstancias que hay miles de niños vulnerados en sus derechos y no estamos mirando la garantía de sus derechos universales. Se están invirtiendo muchos recursos y es evidente que no alcanzan los recursos porque el proyecto dice que la gratuidad irá aumentando en la medida que crezca el país, y creo que la forma en que se van a invertir no apunta a mejorar la calidad de la educación superior, y en definitivamente, lo que hace desigual nuestro sistema de educación superior más que el acceso es la calidad de las instituciones.
Cambio de ministro en Interior: “Burgos y Valdés ejercieron una labor de arquero para parar errores internos
¿Cómo ha visto el desempleo del ministro Fernández?
Es muy luego para evaluar su desempeño. Creo que tiene una tarea difícil. Lo que uno ve de afuera, es que los ministros Burgos y Valdés ejercieron una labor de arquero para parar errores internos y mejorar las reformas, Burgos estuvo involucrado en la reforma constitucional, Valdés en la laboral, y lo concreto es que se fue Burgos y se aprobó el veto en la reforma laboral. La sensación es que el ministro Valdés quedó solo. Sinceramente, siento que es un problema de este gobierno que se percibe una falta de unidad interna en los propósitos, y eso finalmente ha dificultado también la implementación de las políticas que el gobierno ha impulsado.
La Presidenta tuvo la peor aprobación de su mandato con 22% y el gabinete 13%. ¿Por qué?
La gente percibe la falta de acuerdos, indefinición, criterios tan distintos para abordar los temas al interior de la NM, y eso creo que es algo muy evidente. La gente no está contenta con un gobierno que tiene tanto problema interno y que ha cometido muchos errores en la implementación de las reformas.
Aylwin: “La gente no está contenta con un gobierno que tiene tanto problema interno y que ha cometido muchos errores en la implementación de las reformas”
¿Le gustaría volver a postular a un cargo de representación popular?
No es mi proyecto personal. Tengo una vida que me gusta, y siento que la vida política es muy dura y está muy dura y es muy individualista. Yo no voy a involucrarme en un proyecto personal, y sí podría involucrarme en un proyecto más colectivo.
FUENTE: ElLibero.cl. Revisar acá